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Patito de goma del artista conceptual holandés Florentijn Hofman en el Puerto Victoria de Hong Kong, con el skyline de la isla al fondo.
La escultura inflable de 16.5 metros de altura, que hizo su primera aparición pública el jueves, será expuesto en Ocean Terminal durante un mes.
2 Mayo 2013. REUTERS/Bobby Yip

Contar historias es una forma de comunicar que atrae la atención. Los personajes, el conflicto, las emociones, nos enganchan y nos conectan.

Los emprendedores y las pymes tenemos que aprender a contar nuestras historias, pues esos relatos pueden ayudar a diferenciarnos y posicionarnos.

A menudo, las pequeñas empresas nacen del esfuerzo de una persona o un equipo fundador con su pequeña historia de lucha, de superación, de dedicación para ofrecer algo diferente. Hemos de rescatar esas historias y darles un espacio para mostrar quiénes somos y cómo hacemos las cosas.

La historia ayuda a mostrar el alma de la empresa y las empresas con alma se diferencian del resto. Os dejo aquí el enlace a la historia de Angulas Aguinaga, creadores de la gula del Norte y otros productos innovadores. En ella se cuenta cómo desde un pequeño pueblo costero de Guipúzcoa con no más de un centenar de habitantes, con el sector en plena crisis, la empresa fue capaz de desarrollar un producto que revolucionó su entorno.

Podemos crear nuestros relatos de marca, con historias sobre el pasado, por ejemplo sobre nuestros orígenes, quiénes somos, cómo surgió la idea, nuestros primeros proyectos, los hitos importantes vividos, los obstáculos y desafíos que fuimos superando…

Un tipo de historia esencial es la de nuestro producto o servicio. Qué problema viene a resolver, visualizando la falta de eficiencia, despilfarro de tiempo, recursos o energía, deterioro ambiental, desmotivación…, para después contar la solución que hemos encontrado a través del producto o servicio.

También podemos contar proyectos presentes o casos de éxito sobre lo que hacemos, por ejemplo en forma de noticias sobre proyectos actuales en los que estamos implicados, con texto, imágenes, fotos o vídeo. Si nuestras acciones o campañas son tan llamativos como la del patito de goma gigante, mejor que mejor.

Y otro tipo de historia sería el relato visionario, o relato de futuro, que habla sobre nuestros objetivos a largo plazo, nuestros sueños, aquello por lo que trabajamos y luchamos. Como la Campaña de la Dirección General de Tráfico con su mensaje “algún día los accidentes serán cosa del pasado” que cuenta la historia del futuro sin accidentes con el que soñamos…

En cualquiera de los casos, la historia es un recurso para mostrar quiénes somos, una oportunidad de mostrar lo mejor de nosotros, lo que sabemos hacer y cómo lo hacemos, una oportunidad de mostrar nuestros valores en acción.

Contar nuestras historias es una forma de ordenar nuestro mundo que a la vez nos abre al mundo, dejando huella en él. El reto es contar historias con las que nos identifiquemos y que nos conecten con nuestro público.

No te olvides de poner el foco para encontrar vuestras historias, y contarlas a través de tu web o blog, notas de prensa, vídeos o presentaciones. ¡A por ello!

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