La Navidad es la fiesta de la luz. Para muchos, fiesta de la familia; para otros fiesta religiosa, tiempo de regalos o de descanso. Esta época previa al Año Nuevo es también tiempo de renovación. Los días empezarán a ser más largos, recordándonos que tras el invierno iniciamos otro ciclo y vuelve la luz a brillar.
Mi deseo es que los días de pausa que nos traen la Navidad y el Año Nuevo podamos tomarlos para reavivar nuestra luz interior.
Volver a lo esencial. Desaprender. Acallar nuestras voces internas críticas. Conectar con los objetivos profundos de nuestro ser. Conectar con nuestro niño interior. Conocernos un poco más a nosotros mismos. Aceptarnos y querernos. Hacer que brille nuestro talento más original, nuestra creatividad, la persona única que somos.
Un buen momento para encender las luces dentro.
Feliz Navidad y feliz Año Nuevo