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estrés

Un ejercicio para manejar la ansiedad

Quiero compartir una herramienta simple para gestionar la ansiedad, del libro Emotional Equations de Chip Conley.

Es inevitable que la vida en distintos momentos nos exija afrontar situaciones de ansiedad: sea al llevar adelante nuestro negocio, al gestionar etapas de crisis o ante otros retos personales como los relativos a nuestra salud o la de nuestros seres queridos.

¿Cómo podemos reducir la ansiedad?

La ansiedad tiene que ver con dos variables básicas: lo que no conocemos y lo que no podemos controlar.

La ecuación básica de la Ansiedad es: Ansiedad= incertidumbre x falta de influencia

Tal vez hayas oído hablar del experimento en el que a las personas se les da a elegir entre recibir un shock eléctrico en el mismo momento, y recibir uno la mitad de doloroso aleatoriamente en las siguientes 24 horas. La mayoría de las personas eligen la opción de más dolor en el momento frente a tener que sufrir un dolor la mitad de intenso en un momento impredecible del futuro próximo.

Sabemos que el desconocimiento genera ansiedad, y más aún cuando percibimos que nuestra capacidad de influir en la situación es mínima.

¿Hay algo que actualmente te hace sentir ansiedad?  Prueba este ejercicio: la “Hoja de Balance de Ansiedad“.

Dibuja cuatro columnas en una hoja en blanco:

  1. La primera, con lo que sabes respecto al tema que te causa ansiedad.
  2. En la segunda, escribe lo que no sabes.
  3. En la tercera, lo que puedes controlar y hacer con respecto a este tema.
  4. Y en la cuarta, aquello en lo que no puedes influir.

Para la mayoría de personas, esta experiencia es iluminadora, pues aparecen más elementos de los que esperaban en las columnas 1 y 3 (lo que saben y lo que pueden influir).

También se produce otro efecto interesante. A menudo descubrimos que podemos mover varios ítems de la columna dos a la uno, investigando, leyendo o preguntando a alguien experto en la materia.

Y algo esencial para afrontar la ansiedad es que al revisar las columnas tres y cuatro nos damos cuenta de que tenemos más capacidad de influencia de la que pensábamos y que podemos definir concretamente las acciones que están en nuestra mano.

Este sencillo ejercicio permite tomar conciencia de lo que puedes hacer y de lo que no depende de ti. Y esta nueva percepción más ordenada de la situación te aclara y te libera.

Reconocer y etiquetar nuestras emociones ya es de gran ayuda para gestionarlas mejor. Entender las variables que componen la emoción permite actuar sobre ellas.

Seguimos explorando en este campo de las emociones.

Si quieres saber más, puedes ver el vídeo de Chip Conley en TED.

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