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Cada marca se enfrenta al reto de contar un relato que le ayude a explicar quién es y le permita conectar con su audiencia.

Emprendedores y empresas han de aprender a contar quiénes son y qué les hace diferentes. Contar el relato de su origen, la historia del problema que resuelven, la aportación significativa que ofrece su producto, de un antes y un después, de las experiencias diferentes que viven sus clientes…

Una vez que tenemos claro cuál es nuestro relato central, es ideal si podemos sintetizarlo en una palabra, una expresión o un concepto clave. Se convertirá en el corazón de nuestra marca. 

Las palabras son la herramienta más valiosa con la que cuenta el ser humano. Nos permiten matizar sentimientos e ideas como ninguna otra.

El potencial de la imagen para evocar y sugerir es magnífico y la fuerza de los gestos es indudable también, pero la palabra permite construir los mensajes de forma mucho más flexible y precisa.

letras

Conquistar una palabra o frase en la mente del consumidor es fantástico. Mejor que mejor si conseguimos dar con una palabra o frase que no pertenezca a nadie más.

Por ejemplo, cuando pensamos en la marca Volvo, la conectamos con “seguridad”, asociamos BMW con “conducir”, mientras Apple posee el concepto “pensar diferente” o la marca ZARA se asocia a “moda rápida”. 

Hemos de identificar las palabras que definen nuestra cualidad y enfocar nuestros esfuerzos en poseer esas palabras en la mente de nuestra audiencia. En la medida en que seamos más genuinos, creativos y audaces, seremos más capaces de generar conceptos o expresiones que nos lleven a diferenciarnos de otras marcas.

Nuestra diferenciación puede provenir por ejemplo de la fusión o la mezcla de dos conceptos: la hibridación novedosa puede ser nuestro ingrediente secreto. Por ejemplo, la marca española El Ganso se asocia con moda british, elegante y divertida.

Para ayudar a hacer emerger tus palabras y conceptos clave, te propongo responder a unas preguntas.

¿Qué emociones provoca mi marca o servicio?

¿Qué experiencias pueden vivir mis clientes?

¿Qué problema resuelve mi marca?

¿Qué atributos o cualidades destacan de mi producto-servicio?

¿Con qué palabras nos asocian nuestros clientes y nuestra red profesional?

¿Qué metáforas pueden ayudar a entender lo que hacemos?

 

Podéis responderlas en el equipo o, aún mejor, pedir a vuestros clientes, aliados y proveedores que os den su visión. Si escuchas con atención, a menudo tu cliente te dirá en qué eres bueno, por qué te elige, qué es lo que le encanta de ti. 🙂

Hace años me dijeron que lo mejor de mis talleres de comunicación era la presencia de las emociones. Y eso me animó a reforzarlo y potenciarlo aún más en adelante.

Todos los esfuerzos de visibilidad de la marca serán poco efectivos si no parten de un buen análisis previo acerca de quiénes somos.

Como dice el experto en marca personal Andrés Pérez Ortega, “Lo 0.0 va siempre antes de lo 2.0”. O la identidad y la coherencia ha de resolverse antes de enfocarnos en la visibilidad.

Te animo a dedicarle tiempo. Y si quieres trabajar de forma práctica en la comunicación de tu marca, apúntate a uno de nuestros talleres.

¡Hasta pronto!

 

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