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Tiempo de plantearse nuevos objetivos

Lápices afilados listos para ponerse en marcha

Tras el punto de inflexión de las vacaciones, muchas personas aspiran a cambiar de trabajo o mejorar sus condiciones laborales (conseguir un ascenso, mejorar su salario, mayor flexibilidad…). También hay quien se plantea objetivos de crecimiento personal como aprender a delegar, mejorar sus habilidades de negociación o liderazgo, comunicarse con mayor asertividad o aprender un idioma.

Y para muchos otros el objetivo es directamente encontrar un empleo, iniciar una nueva etapa  profesional, impulsar su negocio, su marca personal o su blog.

Pasos para  no quedarnos en buenas intenciones

Para ser eficientes hemos de realizar 3 tareas básicas de acuerdo con David Allen en su libro “Sé más eficaz”: tomar decisiones sobre lo que queremos conseguir y las acciones que queremos llevar a cabo, escribir esas acciones y consultar los recordatorios cuando estemos en disposición de hacer algo.

Para el autor de Getting Things Done, la eficiencia estaría en mantener un sistema que nos permita cumplir de forma consistente con estas tres pautas, ya sea en el ordenador, en una tableta o una agenda en papel.

Yo destaco 10 pasos clave para lograr ser más eficientes:

1. Planificar

Cualquier objetivo ha de fraccionarse en tareas abordables, no excesivamente ambiciosas para no bloquearnos. Y hemos de planificar por escrito si queremos conseguir resultados. La memoria es frágil y es fundamental aprovechar nuestras ideas y momentos de inspiración.

2. Visualizar

Visualizar el futuro deseado nos ayuda a mantener la energía y el foco en el objetivo. Además de la imágenes mentales, podemos elaborar un póster con fotos, imágenes y frases que nos inspiren.

También es imprescindible una guía o planning visual con los pasos que vamos a dar en nuestro proyecto. Temporalizar es la forma de concretar las acciones y nos irá bien tener un calendario a la vista en el lugar en que debemos realizar las tareas.

El hecho de tenerlo a la vista es importante. Igual que dejamos junto a la puerta un paquete que no queremos olvidar al día siguiente, funciona bien poner “ante tu puerta” las tareas que no quieres desatender.

3. Decir no

Nuestro tiempo y energía es limitado, por lo que para alcanzar los nuevos objetivos habremos de eliminar otras conductas o actividades que nos ocupaban. Es esencial aprender a decir “No”. Un sabio proverbio oriental dice: “Al lado del noble arte de hacer las cosas, existe el noble arte de dejar las cosas por hacer. La sabiduría de la vida consiste en eliminar lo no esencial.”

4. No posponer las tareas

Un problema muy frecuente es el de posponer las tareas hasta que finalmente abandonamos el objetivo. Si el cerebro percibe la tarea como grande e inabarcable, probablemente se bloqueará. Encontraremos escusas para no hacer nada, como las procedentes del perfeccionismo: “es algo muy importante”, “requiere más tiempo”, “quiero hacerlo bien”, “en otro momento”… y dejaremos que otras tareas menos importantes llenen nuestro tiempo.

5. Fraccionar

Para evitarlo, es importante comenzar por plantearse tareas pequeñas y tangibles. Cuando damos pequeños pasos evitamos el estrés por incumplimiento y nos motivamos para continuar. No importa lo lejos que esté la meta, siempre hay un primer paso que podemos dar para acercarnos a ella. Si nombramos la tarea como “escribir mi libro”, probablemente se quedará sin hacer. Será más fácil comenzar si la convertimos en algo más concreto e inmediato como “abrir el disco duro y buscar el trabajo que hice en la Universidad”.

Para superar la barrera de arrancar con una tarea que se nos resiste, podemos utilizar la técnica de “sólo un minuto”. A menudo una tarea nos resulta abrumadora en nuestra mente y descubrimos que es menos dura cuando la afrontamos y convertimos en realidad. La técnica de “sólo un minuto” nos motiva a comenzar con la promesa de dedicarle un periodo muy corto de tiempo.

6. Pensamiento positivo

También es útil prestar atención a nuestras  creencias y pensamientos. Pensamientos como “No soy capaz” nos boicotean, invitan a no perseverar y pueden tirar por tierra los esfuerzos realizados. Trae a tu memoria los retos que has alcanzado en el pasado, obstáculos que superaste y situaciones de las que saliste y de las que te sientes orgulloso. Cada vez que te sientas desanimado, recuerda que tienes en ti los recursos para llevar adelante tu objetivo y conéctate con esa sensación de capacidad.

7. Gestionar las emociones

Conocernos y conocer nuestras emociones es un reto para todos. No se trata de negar las emociones, sino de entenderlas, aceptarlas y aprovecharlas. El enfado, el miedo, el desagrado y la alegría nos dan información sobre lo que nos importa, nos preocupa, nos disgusta o nos agrada… Podemos tomar esta información como energía para actuar. La tristeza por el contrario nos resta energía y hemos de ser conscientes para poder gestionarla, darnos nuestro tiempo si fuera necesario y coleccionar recursos que nos ayuden a digerirla.

Amortiguadores emocionales como el ejercicio físico, disfrutar al aire libre, reír, jugar, pasear o ver una película, pueden ayudarnos a cambiar nuestro estado y salir de una emoción que nos pueda estar bloqueando.

8. Perseverar

En muchos casos, necesitaremos desarrollar nuevos hábitos e instaurarlos en nuestro día a día. Incorporar un hábito nuevo requiere voluntad, repetición y tiempo.

9. Conectar con la visión

El ideal es que nuestro objetivo esté conectado con nuestra misión, nuestra visión y nuestros valores para que tenga pleno sentido para nosotros. Que percibamos que forma parte de la visión del futuro que queremos conseguir. De esta forma tendremos energía para el recorrido.

 10. Acción

Y un último paso más… Sin acción, nada de lo anterior sirve. Nuestras acciones son realmente lo que nos define, no nuestras palabras. Así que, ¿a qué esperamos para ponernos en marcha?

Un abrazo y ¡a por ello!

Si queréis leer algo más sobre el tema, enlazo aquí un artículo de Expansión sobre “Lograr tus objetivos” en el que participo.  Expansión 5 septiembre 2014. Conseguir los objetivos.

Y por supuesto, si quieres añadir alguna idea que te funciona para llevar adelante los objetivos, será muy bienvenida.

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Qué te dices a ti mismo.

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