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La historia es un camino potente para conectar con nuestra audiencia.

En los talleres de storytelling para emprendedores, me encuentro con muchas preguntas. Las grandes marcas tienen presupuesto para contar grandes historias en sus anuncios, pero ¿cómo aplicamos el storytelling a nuestra startup o a nuestra marca personal? ¿Y si estamos arrancando y no tenemos presupuesto para hacer un vídeo potente? ¿Por dónde empezamos?

La buena noticia es que las pequeñas empresas podemos contar también buenas historias y difundirlas con ayuda de las redes sociales. Además, la autenticidad es una prioridad hoy en día. Ser sinceros significa mucho y las organizaciones pequeñas podemos tener voces más auténticas.

Además del recurso del vídeo, del que hemos hablado en otro post, existen otras posibilidades de aplicar el arte del storytelling con menos presupuesto. 

1. Explica lo que hace tu producto o servicio a través de una historia. Por ejemplo, una historia visual que ayude a entender el problema y cómo lo resolvemos.

2. Cuenta la historia de vuestro origen como marca, para que tus clientes conozcan vuestra diferencia desde el nacimiento de la idea, su motivación y los primeros pasos dados.

3. Cuenta novedades y tendencias de tu sector o tu especialidad, a través de ejemplos que puedan ser atractivos (nuevos productos, libros, eventos…).

4. Entrevista a personas que puedan ser noticia en tu campo. Piensa que a ellos también les puede interesar aumentar su visibilidad y dar difusión a sus ideas. No pierdes nada por preguntar.

5. Aporta testimonios, las historias de clientes satisfechos que cuenten la experiencia vivida con vuestros productos y servicios.

6. Cuenta ejemplos de proyectos, casos de éxito en los que habéis participado. Los problemas que resuelve tu marca y los retos que habéis tenido que afrontar en cada uno.

7. Escucha las preguntas que te hacen tus clientes o las dudas que  plantean en relación con tus productos y dales respuesta a través de tu blog.  Practica la empatía y cuenta esas historias que ayuden a resolver los problemas del día a día de tus clientes.

8. Cuenta historias sobre otros proyectos en los que participáis y puedan ser noticia: acciones de responsabilidad social o con impacto en el entorno, ya sea una carrera o una repoblación. Aporta tu punto de vista diferente, tu propio estilo, sin olvidarte de mostrar la parte humana de la historia, que la hará más cercana y real. Los medios buscan noticias y tal vez podamos ofrecérselas.

9. Propón a tus clientes vivir y participar en esas historias y después cuéntalas. Proponles retos, actividades, concursos, premios y experiencias que les interesen. Y consigue que hablen de ti y de la experiencia vivida.

Además, no olvides acompañar tus historias con recursos visuales como fotos o imágenes, pues las imágenes viajan más rápido y se comparten más que los contenidos de texto.

Espero que estas ideas te estimulen a comunicar día a día con historias.

A veces, marcas no tan grandes son capaces de contar relatos memorables, con creatividad, como este ejemplo de la óptica GeorgeTownOptician en el que nos cuentan por qué “En su familia saben de gafas”. Creatividad al poder.

Toca aprovechar nuestra creatividad y todos los recursos a nuestro alcance. Recuerda que no necesitas el mejor presupuesto para tener la mejor presencia.

Ánimo y a por ello!!!

 

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